jueves, 11 de febrero de 2016

Amar con los pies en la tierra: el romanticismo práctico. Por Coral Herrera Gómez

Amar con los pies en la tierra: el romanticismo práctico. ¿Cómo ser realista y romántica a la vez?, ¿es posible emborracharse de amor sin perder la sensatez?, ¿cómo se hace para ser práctica, sufrir menos y disfrutar más del amor?, ¿cómo dejar de perder el tiempo en relaciones que me hacen sufrir?, ¿cómo enfocar mis energías en personas o cosas que me hagan sentir bien?, ¿cómo hacer para que mi romanticismo no inunde todos mis espacios y mis tiempos? Hoy está de moda cuidarse al máximo: comemos sano, evitamos los excesos (de grasa, de tabaco, de alcohol), tomamos vitaminas, hacemos ejercicio, practicamos yoga y otras artes orientales, nos hidratamos la piel, bebemos agua cada tres horas, retocamos las imperfecciones en el quirófano… nos preocupamos mucho por la salud y el bienestar físico, pero, ¿qué ocurre con nuestro bienestar mental y emocional? -------------------------------------------------------------------------------- Hasta ahora le hemos prestado poca atención a nuestra salud emocional, pese a que cada vez hay más gente deprimida o que sufre enfermedades mentales para los que solo tenemos pastillas y atención psicológica. Es hora de que aprendamos a cuidar nuestros sentimientos, gestionar nuestras emociones, y adquirir herramientas para sufrir menos, y disfrutar más del amor. -------------------------------------------------------------------------------- Los humanos sufrimos mucho porque somos seres muy complejos y nuestras relaciones también lo son. Cuanto más románticas son nuestras relaciones, más nos duelen: el romanticismo del XIX construyó su concepción del amor ligado al sufrimiento, y nosotros somos herederos de esa forma de entender el amor. Los románticos eran unos grandes sufridores, unos mártires del amor, unos genios atormentados que como no tenían que madrugar para ir al huerto o a la fábrica, disponían de muchas horas libres para pensar en el amor. Su tiempo de ocio lo empleaban en quejarse y llorar amargamente, en dejarse llevar por la imaginación o los recuerdos, fantaseaban sobre el futuro, teorizaban sobre el amor o creaban sus utopías amorosas y sus castillos en el aire. Con todas esas emociones intensas componían bellos y desgarrados poemas, hermosos y melancólicos paisajes, o grandiosas obras musicales. Los habitantes del siglo XXI, en cambio, no tenemos tanto tiempo libre. Nuestras pocas horas del día transcurren mayormente en la oficina o a la fábrica, tenemos que cocinar, limpiar, ir a la compra, hacer lavadoras, atender a los hijos y las hijas, cuidar a los animales domésticos, cuidar nuestra vida social y afectiva…. no podemos permitirnos el lujo de pasar horas soñando con amores imposibles, o malgastar días y días atormentados por un amor no correspondido. La posmodernidad nos tiene a todos estresados y sin tiempo para el amor, por eso el poquito tiempo que tenemos, es mejor disfrutarlo en buena compañía. Somos eficientes y eficaces, somos productivos, nos sometemos a la tiranía de los relojes y los calendarios, nos pasamos la vida resolviendo, y nos queda muy poco tiempo para estar con nuestra gente querida: generalmente las dos o tres últimas horas del día, o los fines de semana, que son muy cortos. -------------------------------------------------------------------------------- Con tan poco tiempo libre, tampoco hay espacio para lamentarse: los lutos ya no nos determinan, los duelos ya no duran años. -------------------------------------------------------------------------------- El sufrimiento romántico es cosa de adolescentes con tiempo para llorar en su habitación mientras todo se nubla a su alrededor. Los adultos no podemos pedir en el trabajo una semana de permiso para llorar a mares por una ruptura sentimental pues el mal de amores no se considera una enfermedad que nos incapacite para trabajar: el mundo gira a su ritmo, y sufras o no, la vida continúa, y hay que pagar las facturas. La cuestión es: ¿cómo ser realista y romántica a la vez?, ¿es posible emborracharse de amor sin perder la sensatez?, ¿cómo se hace para ser práctica, sufrir menos y disfrutar más del amor?, ¿cómo dejar de perder el tiempo en relaciones que me hacen sufrir?, ¿cómo enfocar mis energías en personas o cosas que me hagan sentir bien?, ¿cómo hacer para que mi romanticismo no inunde todos mis espacios y mis tiempos?. -------------------------------------------------------------------------------- El romanticismo práctico sólo puede vivirse desde el presente: “te amo mientras dure, te quiero aquí y ahora, te quiero hasta que deje de quererte o dejes de quererme”. -------------------------------------------------------------------------------- Amar con los pies en la tierra supone dejar el pasado atrás, y no perderse en el futuro con la imaginación: no hacerse expectativas ni fabricarse fantasías paradisíacas. Las personas románticas que también son prácticas, tienen una gran capacidad para aceptar la Realidad, para conocer bien a la gente con la que se relacionan, para mantener a raya el auto engaño y ser realista en la medida de sus posibilidades. Ser una persona romántica y práctica a la vez tiene muchas ventajas: -te evitas meses y meses de sufrimientos y llantos desgarrados porque eres realista y cuando lo vas viendo venir, eres rápida en tomar decisiones. -tomas las decisiones pensando en tu bienestar, trabajas siempre a favor de ti misma, te das buenos consejos. -identificas con facilidad las situaciones en las que no te sientes bien para poder irte, y para evitarlas. -identificas con facilidad si puedes o no conectar a un nivel profundo con alguien, si la otra persona siente lo mismo por ti. -distingues con mayor facilidad lo que es importante y lo que no, lo que merece la pena y lo que no. -controlas tus emociones y sabes cómo hacer para que no te invadan. El romanticismo práctico es un arte y tiene pocas reglas: quererse bien a una misma, estar en el presente, ser realista, y saber reconocer el nivel de reciprocidad de la relación en la que estás. Es más fácil que una relación funcione si las dos personas se enamoran al mismo nivel, si les apetece lo mismo, si tienen el mismo ritmo, las mismas expectativas, la misma manera de entender el amor y las mismas ganas de construir una relación. Si alguno de los dos no se enamora, si alguno de los dos sufre, si la relación no funciona, lo mejor es dejarlo… y a otra cosa mariposa. Aquí algunos consejos para aprender las artes del romanticismo práctico: – ¿Cuánto espacio le dedicas al amor romántico en tu vida? Búscale su lugar entre todos los afectos que tienes y toda la gente que te hace sentir bien. Si sabe cuál es su sitio, no invadirá todo y podrás dedicarle el tiempo que se merece. – Aprende a aceptar: Si eres muy feliz, no te sientas mal por ello: acepta que te lo mereces, que la vida es corta y solo hay una. Si en cambio tu relación no funciona, acepta también. Si ya no te aman, acepta. Si se te acabó el amor, acepta. Si no se enamora de ti, acepta. No hay nada que puedas hacer para enamorar o re enamorar a alguien, no está en tu mano: no podemos cambiar a los demás. Sólo podemos elegir si queremos o no estar a su lado, y evaluar si nos merece o no la pena compartir con alguien que no te quiere. – Si estás disfrutando mucho una relación y todo va bien, ¿para qué crearte problemas que no existen? Vive el presente mientras dure, y no le pongas trabas a tu disfrute. No tengas miedo: amar es de valientes, y no hace falta sufrir para vivir un romance: lo importante siempre es que te sientas bien y lo estés disfrutando. – Si estás empezando una relación y no estás disfrutando, corta por lo sano. Te ahorrarás meses de peleas, malentendidos y malos ratos. Si no te hace feliz, si no te sientes bien, si el trato no es bueno, rompe la relación: no merece la pena malgastar tu tiempo y energías en una relación que no funciona. – Si llevas mucho tiempo en una relación, has sido muy feliz pero ya no disfrutas, corta por lo sano también. Ahórrate meses o años de guerras románticas y luchas de poder. Lo que se deteriora con el tiempo es mejor dejarlo morir: es agotador andar reavivando llamas lánguidas que se extinguen en cuanto dejas de soplar fuerte. – Si no te sientes bien tratada, no exijas ni mendigues amor, simplemente rompe la relación y aléjate cuanto antes. Sean cuales sean los sentimientos de tu pareja hacia ti (muy enamorado, poco enamorado, desenamorado), el trato siempre ha de ser el mismo: sin buen trato, no hay acuerdo posible. – No pierdas el tiempo y las energías dándole vueltas a los problemas. Tú sola no los solucionas pensando y repensando: pon tus dudas y emociones en común con tu pareja, dedica tiempo para hablar en profundidad y desde el cariño, y verás cómo es todo más fácil. Hablar nos permite desahogarnos y adquirir otras perspectivas sobre los temas que nos preocupan. Siempre es más fácil afrontar los problemas en equipo que a solas. – No le pidas al amor lo que no puede darte. Cuantas menos expectativas, menos decepciones tendrás. Dejar a un lado los mitos puede ayudarte a construir relaciones muy bonitas que sin ser de cuento, te hagan sentir bien. Ser realista te permitirá disfrutar mucho más de las relaciones que tengas, duren lo que duren, porque así evitarás el miedo a vivir un engaño y a quedarte frustrada cuando todo acabe. – No pierdas el tiempo y la energía tratando de controlar el futuro. Tu único patrimonio es el presente, y sólo puedes trabajar en el aquí y el ahora: imaginar futuros bonitos o tristes nos lleva al mundo de la especulación absurda que no nos sirve de nada. Las circunstancias y la interacción con la gente nos van cambiando los escenarios: no está en nuestras manos controlar lo que ocurre en el presente o lo que va a ocurrir más adelante, y no hay otra realidad que ésta en la que estás ahora mientras me lees. – Distinguir lo que es importante y lo que no lo es tanto nos puede ayudar mucho a evitar dramas y pasar malos ratos. Todo tiene su espacio y su tiempo, y las obsesiones recurrentes son lo menos práctico y sano que hay. Es importante dedicar nuestras energías a cosas y personas que merecen la pena, y dejar a un lado lo que no merece la pena. – Aprende a relacionarte de igual a igual, las luchas de poder son agotadoras y nos roban mucho tiempo, y muchas energías. Evita relacionarte con gente que se cree inferior o superior a ti, que se somete o trata de dominarte, que te endiosa o te machaca: una relación sólo puede funcionar desde la igualdad. – Elige un buen compañero/a: júntate con gente que tenga herramientas para disfrutar del amor y de la vida. Gente solidaria y alegre que en lugar de criticar, siempre aporta, gente generosa con ganas de compartir, gente con capacidad para la empatía y el optimismo, gente que te trate bien, que te quiera bien en todas las etapas de la relación, gente con la que te sientas aceptada y sientas que puedas ser tú misma. – Quiérete mucho: conócete a ti misma, hazte tu mejor amiga y compañera, disfruta del tiempo que pasas contigo misma, practica la autocrítica, aprende a trabajar con tus emociones y a trabajar por tu bienestar, usa el sentido común … son todas herramientas que te pueden ayudar mucho para escribir tus historias de amor con sus finales felices. Este artículo se publicó en la Revista Mente Sana, nº 121, Enero-Febrero 2016.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Navidad con Buenos Aires

Con herramientas sencillas y mucha creatividad preparamos la decoración de nuestro espacio. Cada cual colabora como sabe, puede y piensa que va a facilitar los tiempos de festejos en estas fechas dentro de esta comunidad.







Luego, ya cenando se oyen brindis y deseos que se comparten. El más llamativo es aquel que pide para no volver a encontrarse el año que viene en este lugar ni con la misma gente para celebrar la Navidad.

viernes, 21 de noviembre de 2014

El deseo de... tener razón

El Deseo de... Tener Razón supone un bloque de contenidos que durante esta semana que termina hemos ido introduciendo en las actividades de las tardes contenidos relacionados con las actitudes no violentas hacia uno mismo y hacia las mujeres (parejas y no).

Querer tener razón y llegar a ofuscarse en ello deteriora las relaciones con los demás.
La intención es percatarse de qué consecuencias han tenido ciertos comportamientos, a veces obsesivos, que durante el día a día (mientras la sustancia o situación adictiva y la persona eran un bloque indivisible) en la relación con el círculo social más cercano y más íntimo se han estado dando como rutinarios. Y comparar todo eso con acciones positivas que buscan facilitar la vida al otro.



En muchos casos se han compartido reflexiones en voz alta acerca de los errores y sufrimientos causados. Sobre todo cuando hablamos de las relaciones de pareja, de las relaciones afectivo sexuales que han podido estar muy cercanas a la agresión sexual.

 
 
Establecemos entre todos un plan de choque con uno mismo para poder mantener relaciones de cercanía y de intimidad basadas en el respeto mutuo y no en la invasión y usurpación de derechos.

Impera la sinceridad en la última media hora de la tarde. Ya se ha creado un clima de escucha sincera, de apoyo, de respeto y de búsqueda de soluciones.

Materiales, pocos. Pero muy sencillos e impactantes a la vez. Publicidad, fotos y textos para pararse a pensar. Porque la semana que viene se celebra el día contra la violencia de género y hay que llegar con ganas de querer escuchar, aprender, pensar, sentir y hacer.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Proyecto "Cortijo Solidario"


La solidaridad nace del ser humano y se dirige esencialmente al ser humano


En sociología, solidaridad se refiere al sentimiento de unidad basado en metas o intereses comunes, es saber comportarse bien con la gente. Ser una persona solidaria no se limita al ofrecimiento de ayuda, sino que implica un compromiso con aquel al que se intenta ayudar. La verdadera solidaridad es ayudar a alguien sin recibir nada a cambio y sin que nadie se entere. Ser solidario es, en su esencia, ser desinteresado.

Los usuarios de la CT Cortijo Buenos Aires son personas que reciben un tratamiento de tipo residencial de aproximadamente cuatro meses de duración para abordar los problemas derivados de sus drogodependencias y adicciones. Todos y cada uno de ellos son personas hábiles, útiles, receptoras, aportadoras y en último término, solidarias. Sin embargo, aunque se saben afortunados por haber llegado hasta aquí, por poder disfrutar de la oportunidad que el sistema de Salud Pública de Andalucía les brinda para reinsertarse adecuadamente en la sociedad, en muchas ocasiones son egocéntricos percibiéndose como las únicas personas con dificultades y merecedoras de atención social y beneficios sociales.
Es necesario sacarlos de sí mismos, de sus problemas y que pongan su atención en que hay más personas en el mundo, en su entorno, que tienen problemas, que otros colectivos también están en dificultad social y que podríamos aportar algo tanto material como emocional dentro y fuera del propio centro.
Desde el Proyecto “Cortijo Solidario” se pretende que los usuarios del programa de tratamiento trabajen de forma práctica y perceptible que la solidaridad es una virtud contraria al individualismo y al egoísmo,  que se refleja en el servicio y búsqueda del bien común, que su finalidad es intentar o solucionar carencias de todo tipo de los demás y que requiere sensatez y empatía. Conductas o posicionamientos éstos que se persiguen tanto por terapeutas como por educadores y técnicos a lo largo del tratamiento de forma más o menos manifiesta.
Ofrecer su tiempo de diversas maneras( ya sea para acompañar a otros colectivos dentro del tiempo libre conversando, escuchando, paseando…, ya sea en actividades planificadas dentro del programa educativo donde realicen objetos de forma artesanal[1] a partir de materias primas generadas en el recinto del Cortijo Buenos Aires y luego entreguen a organizaciones, ya sea desplazándose a lugares donde se articulen programas de ayuda solidaria compatibles con nuestro tratamiento en adicciones y drogodependencias…)   es quizá la forma más sencilla de apreciar y afianzar este sentimiento de saberse solidario, altruista y colaborador para con quienes según qué circunstancias necesitan de otros para saberse dentro de la sociedad o poder reinsertarse en ella.


[1] Productos de temporada de la huerta, jabones de esencias naturales, tarjetas de felicitación, objetos decorativos varios de madera…

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Domingos de Cine

Como muestra un botón.
 
Sirva lo que sigue como ejemplo de la metodología que un domingo cualquiera trabajamos en la actividad grupal de videoforum tras el visionado de una película.
Partiendo del respeto mutuo, la escucha activa y el dejarse llevar, sacando emociones y sensaciones particulares, conseguimos conducir la dinámica del grupo hacia asimilación de contenidos ya trabajados durante la semana y ahora reflejados a través del cine.
 
 
SI LA COSA FUNCIONA (2009)
DIRECCIÓN Y GUIÓN  Woody Allen              
            
Si la cosa funciona (2009) nos cuenta la historia de Boris Yellnikoff, un extraño misántropo de Manhattan que conoce a una ingenua e impresionable chica del sur, una joven que se va de su casa para vivir en Nueva York. Cuando sus estrictos padres viajan a la Gran Manzana para llevarla de vuelta a casa, se verán inmersos en sorprendentes y confusas situaciones románticas, descubriendo que encontrar el amor depende en gran parte de la casualidad.
Algunas reflexiones en voz alta para compartir en la tarde de hoy:
Si lo importante es quererse, sea como sea ¿yo cómo lo logro?
Aprovecha todo el amor que puedas dar o recibir. Toda la felicidad que puedas birlar o brindar. Cualquier medida de gracia pasajera, si la cosa funciona...
El universo se desmorona, ¿por qué nosotros no?
¿Puedo presumir de tener mis propias ideas o son todas copiadas?
 
Qué tengo yo para ser considerado como un tío agradable. E incluso, en qué me considero yo mismo un Genio
Los microbios de mi vida y en mi vida han sido, son o serán…

La gente hace la vida mucho peor de lo que debe ser. La felicidad es posible. Basta darse cuenta de que hay cosas (pequeñas) más importantes en la vida que el dinero... pero, que diría Groucho, ¡son tan caras! Y yo ¿por qué me empeño en seguir fallando en lo mismo?
El deseo siempre busca las partes más débiles de nosotros mismos
¿Cómo consigo el equilibrio o cómo espero llegar a conseguirlo?
En lugar de rebelarnos ante lo que nos subyuga, lo acatamos. A regañadientes, sí, pero lo acatamos. ¿Por qué? Muy fácil: por miedo. Porque nos aterra romper rutinas. Porque “si la cosa funciona… ¿por qué la vamos a tocar?”
Ojalá que...
Estoy convencido de que si haces tus ejercicios y tienes una buena alimentación, contribuyes a tu longevidad o a tu salud. Pero es una pequeña contribución. Al final, dependes en gran parte de la suerte. Uno siempre puede contribuir con el trabajo y la disciplina, pero es mejor tener suerte que ser bueno (Woody Allen)
Si pasa por delante de Tú vida algo hermoso y lo dejas escapar sólo porque no es lo bastante GRANDE y BRILLANTE, tal vez te estés perdiendo eso que se llama FELICIDAD!!!

lo que venimos haciendo

Desde hace años venimos ahondando en el trabajo diario con las personas (hombres) que reciben el tratamiento en esta Comunidad Terapéutica entorno a la relación de pareja desde la perspectiva de género. Nos basamos en planteamientos que ya hoy parecen obvios y cotidianos, pero cuando empezamos a trabajarlos resultaban confusos e incluso producían perplejidad y rechazo.
 
Existimos para estar relacionados. Sea el entorno de cada uno muy grande o muy pequeño, La gente despliega distintas estrategias para relacionarse. Desde el ámbito educativo se suele enseñar de muy diferentes modos el arte de relacionarse bien con los demás. Pero llegados al punto de adentrarse en el área de las relaciones sociales más íntimas y personales podemos caer en el tremendo error en lo que se refiere a este instinto sagrado que nace en ellos y que gobernará su vida de hombres, de maridos y de padres,  de callar vergonzosamente. Dejamos que se instruyan entre sí. Y aunque en los últimos años hayamos avanzado (las jóvenes generaciones de padres son mucho más abiertas), nos queda aún mucho camino por recorrer, tanto a padres y madres como educadores y educadoras, para encontrar el punto medio exacto, porque o bien seguimos sin prestar la atención debida al tema de la educación afectivo - sexual, o bien nos vamos al extremo opuesto confundiendo educación sexual con una instrucción naturalista que bordea la pornografía.
 
Así, nuestro programa, persigue hallar el punto medio exacto y conseguir establecer el punto de partida básico para valorar las relaciones afectivo sexuales sin tabúes con claridad, de forma gradual y completa.
Vivir con los demás es un arte que puede aprenderse no sólo para caer bien, sino porque la integración social es un factor clave del bienestar emocional. Y, dentro del ámbito de las relaciones afectivo-sexuales, tener las herramientas idóneas favorece la reincorporación a la vida social de manera más adecuada.

Nuestro Objetivo General es: Tener una postura más favorable a la igualdad, el respeto y la tolerancia y la intención de romper con el modelo tradicional masculino.
 
Pero además vamos a trabajar (en sesiones grupales y en tutorías individualizadas) a partir de una metodología ágil, dada su naturaleza adaptativa y orientación a la persona, potenciando el acercamiento a los conceptos básicos de la actividad a través de técnicas participativas que permiten vivenciar el método de trabajo, objetivos del tipo:
¤  Reflexionar sobre la importancia de expresar adecuadamente las emociones.
¤  Analizar las características generales de los diferentes estilos de masculinidad.
¤  Interesarse por modelos de convivencia en pareja que generen satisfacción personal y felicidad.
¤  Prevenir los conflictos que van deteriorando la relación de pareja.
¤  Aprender competencias que ayuden a afrontar los problemas de pareja de manera eficaz.
¤  Desmitificar falsas creencias sobre las relaciones de pareja.
¤  Construir un proyecto de pareja donde no existan desequilibrios.
¤  Aprender a reconocer las necesidades afectivo-sexuales de la pareja
¤  Conocer cuáles son las herramientas que favorecen más el acercamiento a estilos afectivos acordes con el respeto, la equidad y la libertad entre hombres y mujeres.